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martes, 25 de noviembre de 2014

Frequencies (OXV: The Manual) de Darren Paul Fisher

Comentario sobre la película Frequencies OXV: The Manual



OXV: The Manual (Frequencies), de Darren Paul Fisher. Un título que a primera vista confunde, y que a primera vista puede erróneamente hacer que el espectador la descarte. A mí me pasó algo similar, cuando vi el título y el póster donde aparecen unas manos con un fondo azul muy fríos, inmediatamente la descarté… Semanas más tarde me encontré accidentalmente con el tráiler, y vi algo que me interesó, lo que me hizo darle la oportunidad… además del interesante comentario en un portal de cine, en donde la describen como: “OXV: El MANUAL se ha anunciado como primer romance científico-filosófico del mundo. Chico conoce a una chica en un mundo no-muy-aquí no-muy-ahora donde un simple descubrimiento ha cambiado para siempre toda la interacción humana. La película tal vez se podría describirse mejor como una combinación de 'Olvídate de mí, '(500) Días juntos' y 'Primer'” (Filmaffinity)… cita con la que estoy totalmente de acuerdo, y que comparto porque me parece que menciona filmes claves en los que también pensé mientras la veía. 

“Frequiencies…” es la ópera primera del joven director australiano Darren Paul Fisher. Hace ya un tiempo tenía esta película pendiente porque me llamó mucho la atención su sinopsis... Finalmente la he visto hace unas semanas, y quedé absolutamente en shock. No todos los años tenemos la oportunidad de ver rarezas interesantes en el cine... Esta película es una bella rareza, quizás pretenciosa e igual de brillante en su planteamiento... Pero desde el inicio me mantuvo absolutamente pegado y cautivado a la pantalla... Hay poesía, belleza, amor, terror, ciencia ficción, y diversos planteamientos filosóficos e históricos, que la hacen una obra mucho más que cautivante... 

Dirigida y escrita por Fisher, nos cuenta la historia de una pareja dispareja, separada por sus frecuencias… en un mundo donde tu lugar en la sociedad, tu condición y futuro queda determinado por la frecuencia que tengas… Que se dividen, en alta, media y bajas. Marie y Zak están en los dos extremos, y desde pequeños sienten cierta empatía, lo que los lleva a encontrarse un minuto cada año, porque es lo único que pueden aspirar, debido a que el impacto de la unión de ambas frecuencias puede traer hechos catastróficos. Y así, los vemos desde niños, hasta jóvenes y finalmente adultos, viendo cómo avanza su relación y la evolución que ellos mismos van teniendo dentro de ellos mismos.  

Todos los años busco una joya, como llamo a esas películas que quizás sin ser obras maestras, tienen un brillo propio e inherente, ya sea por pequeñas, raras, sutiles, luminosas, surrealistas, en fin... Y este filme sin dudas es hasta ahora la joya del 2014, me ha removido y gustado muchísimo... Me impresiona la gran capacidad del director en su ópera primera de mezclar con éxito tantas emociones y géneros... hermosas y siniestras simbologías sobre el amor, que se alejan de la forma convencional en que esta es normalmente mostrada en el cine. En momentos pensé estar viendo una Obra Maestra, pero el mismo filme posteriormente y en su tramo final, se excede un poco, tal vez se carga mucho, lo que hace que se pierda un poco la magia que traían, pero aún así, es una excelente película y nada de sus pequeños defectos o excesos le resta mérito al impacto general que causa... 

Recomiendo tener paciencia al inicio, porque probablemente durante algún momento te preguntes de qué quiere hablarte la película realmente… Pero tienes que esperar un poco y dejarte llevar por el absurdo de las situaciones y las reiteraciones en las escenas… serás recompensado posteriormente.  A algunos puede que el argumento les parezca pedante, pretencioso, etc... pero esta es una de esas ocasiones que disfrutas de esos elementos... Especialmente la visión del amor que aquí se muestra… que cada quien descubrirá cuando la vea jeje La recomiendo mucho... 

8/10


Trailer de Frequencies (OXV: The Manual)
Frases y Diálogos de la película




Comentario sobre la película Frequencies OXV: The Manual



Georgina Minter-Brown



Dylan Llewellyn



Daniel Fraser



Darren Paul Fisher

lunes, 17 de noviembre de 2014

La Conjura de los Necios (John Kennedy Toole)

Comentario sobre el libro La Conjura de los Necios



“Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él” (Johnathan Swift)


Hace aproximadamente dos meses adquirí este libro, atraído por su historia y su propia sinopsis. A los pocos días lo empecé entre mis variadas lecturas, y me capturó desde el inicio… a las pocas páginas quedé deslumbrado de la genialidad del libro, quedé impresionado porque nunca me había reído tanto con un libro, de principio a fin, pero no con un humor fácil y banal… No, no, al contrario, John Kennedy Toole con un ingenioso y brillante humor negro, sarcástico, irónico, impregnados en diálogos fascinantes, de la voz de uno de los personajes más memorables que he encontrado hasta ahora en la literatura universal: Ignatius Reilly. Ignatius, ¿cómo describirlo? En la primera impresión nos parece un personaje grotesco, un grandulón y gordinflón que vive inconforme con el mundo, criticando todo, absolutamente todo, desde a su propia madre hasta esas películas que va a ver al cine, sabiendo de antemano que serán bodrios… Jeje, increíblemente lo asocié con algunas personas reales que conozco, e incluso por qué no, con algunos aspectos propios. Ignatius, un joven entrando a la treintena, profesional universitario, se la pasa en su casa sin haber conseguido un empleo decente aún, que satisfaga sus expectativas, escribiendo sobre todo lo que ve con la esperanza de escribir una obra maestra monumental que revolucione el mundo y viviendo acomodado en casa de su madre. Ante las constantes críticas de la madre, Ignatius decide empezar a buscar empleo, y desde el primero como archivador en una decadente empresa de ropa hasta el último como vendedor de perros calientes, entramos en una aventura divertidísima, al mismo tiempo que pasean otros memorables personajes, porque absolutamente TODOS los personajes me parecieron memorables (obviamente Ignatius en la delantera), desde la madre de Reilly, pasando por Jones el afroamericano, la dueña del bar, el dueño de la empresa de ropa, su esposa y todos sus empleados, el oficial Mancuso y su madre Santa, la “amiga-novia-enemiga” de Ignatius, Myrna, el dueño del negocio de perros calientes, George, el huérfano, Dorian, el homosexual, en fin y otros que me faltan… Como ven en las descripciones, todos forman un fiel y duro retrato de la Norteamérica, escrito por este brillante y joven escritor a principios de los 60. 

Obviamente y cada lector lo descubrirá en la lectura, todo ese humor negro, como es normal, nacen de grandes dramas… en la lectura del libro nos aterraremos de reír en situaciones duras y dramáticas. El autor supo cómo hilvanar de forma magistral toda esa historia, que nos aterra, nos divierte y nos conmueve al tiempo. Es muy crítica también, pues con un personaje como Ignatius, es inevitable, se tocan fibras muy sensibles de la sociedad americana de esos tiempos, que incluso aún hoy en día persisten. Lo que nos lleva a pensar que por eso la novela fue rechazada en su tiempo, siendo publicada 20 años después de Toole haberla escrito… Así es, detrás de la historia de la novela también hay un drama profundo:

"La Conjura de los Necios", fue la única novela escrita por John Kennedy Toole, quien nunca la vio publicada en vida. Convencido de haber escrito una Obra Maestra cayó en depresión cuando se la rechazaron en las editoriales… y se suicidó. Posteriormente, su madre hizo incansables gestiones para que se publicara la novela y hoy la podamos leer... Precisamente, quien hace el prólogo del libro es Walker Percy, escritor y editor norteamericano, a quien la madre de John Kennedy Toole insistió para que publicara el libro… Su prólogo es realmente conmovedor. 

En efecto, hoy en día se le reconoce como una gran obra, y se rescató una novela que escribió de adolescente "La Biblia de neón" por la importancia, el éxito y reconocimiento que alcanzó... Esa novela el mismo Toole la había desechado por ser muy corriente jeje.
Así mismo, después de publicada la novela, recibió el prestigioso Pulitzer y en Francia ganó en su año el premio a la Mejor Novela en Lengua Extranjera. Y Toole se consagró con solo una novela como uno de los mejores novelistas norteamericanos de todos los tiempos... Lástima que nunca lo supo. 

Después de haberlo leído y disfrutado, reafirmo en que es una Obra Maestra y uno de los mejores libros que he leído en toda mi vida. A partir de ahora tiene un lugar de honor al lado de La Divina Comedia y Crimen y Castigo, entre otros pocos… Y el título que le doy con mucha distancia, es el del libro más divertido, crítico y profundo que he leído.

Ignatius Reilly, creo que nunca podremos olvidarlo tras leer esta novela… No sé qué tanto parecido haya sido realmente al propio autor y su relación con su madre, pero es un personaje tan real, original y fascinante que de alguna u otra forma se queda contigo. Así como lo llegamos a detestar por momentos, también nos conmueve, lo comprendemos y lo entendemos… quizás, jeje. Es un personaje tan fiel a sí mismo, que no sufre de cambios abruptos a pesar de todo lo que pasa… lo que nos hace conmovernos con él es su propia vida, de la que él parece no estar muy enterado. De hecho, parece la novela es una parodia de la misma vida del autor.

En síntesis, lo recomiendo enormemente, se lee de forma muy ágil, vas a querer devorártelo, pero yo le di tiempo porque no quería terminarlo tan rápido, en efecto cada vez que retomaba la lectura eran muchas las carcajadas que me generaba. La prosa y su estructura son lineales pero con descripciones sesgadas al realismo puro, la plena descripción de los acontecimientos con detalles de interés rocambolesco… y lo que más brilla, personalmente pienso que son los diálogos y la descripción y estructura interna de los personajes. Son tantas cosas para resaltar que seguro me olvido de algunas, la recomendación es: leerlo.


10/10



John Kennedy Toole y su madre



John Kennedy Toole

sábado, 15 de noviembre de 2014

Two Days, One Night (Deux jours, une nuit) de Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne

Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne



"Deus jours, une nuit" (Two Days, One Night) o Dos días, una noche, es el título de la última película de los Hermanos Dardenne, los grandes cineastas belgas vuelven luego de tres años que presentaran la bella “El niño de la bicicleta”, con una película donde nuevamente los problemas sociales son el trasfondo de la historia. Y durante todo el filme, donde los cineastas al mismo tiempo que exponen su historia, nos estarán poniendo a prueba o interrogándonos sobre un interrogante… ¿Cuál es el precio de la dignidad? ¿El valor de la solidaridad y la amistad? ¿1.000 euros es una buena cifra? 

El filme, dirigido y escrito por ellos mismos, sigue fiel a su estilo, el neorralismo trasladado a Bélgica, en esta ocasión con un nuevo drama social que aborda en forma general el tema de la crisis y el desempleo, centrándose en la historia de una mujer que acaba de recuperarse de una depresión, y cuando piensa regresar al trabajo, se encuentra con la noticia de que su futuro en la empresa depende de sus compañeros de trabajo, quienes se ven tentados a aceptar un bono de 1.000 euros o permitir que Sandra siga en la empresa… Ya ahí tenemos uno de los grandes dilemas del filme, y que los Dardenne desentrañan con gran maestría, mostrando las facetas del ser humano y enfrentando al espectador constantemente a ponerse en la piel situación planteada, a través de la presentación de cada uno de los personajes que desfilan por la pantalla.

Todos estos personajes quedan exentos del maniqueísmo, al ser retratados de forma muy fiel y terrenal, lo que puede que al espectador resulte incómodo. Al mismo tiempo, la víctima y al mismo tiempo protagonista del filme, no es retratada como una santa o una mártir, al contrario, podemos observar sus debilidades, sus miedos, sus temores, su rabia y su determinación, acompañada de la indispensable ayuda de su esposo, que le permitirán seguir con tan difícil labor y tomar una decisión al respecto.   

Es así como Sandra tiene sólo un fin de semana para convencer a sus compañeros de trabajo a que renuncien la prima para que ella pueda seguir trabajando. Los Dardenne vuelven a sorprender, demostrándonos como de forma austera y minimalista, pero con un gran guión y mucho talento se puede rodar una gran película y una obra maestra… El ser humano y todo lo que le rodea, en su entorno y en su propio interior, como el móvil que lo lleva a tomar decisiones, es tan interesante, que no necesita de muchos adornos… y estos genios belgas nos lo demuestran en cada uno de sus filmes. 

Sin dudas, es la primera Obra Maestra que veo en lo que va del año. Demoledora y compasiva, minimalista y profunda. Los maestros belgas del realismo puro y del drama social lo han vuelto a hacer y tienen otra joya a poner en su corona de éxitos. Y el reparto, excelente, destacando a la gran Marion Cotillard, quien está maravillosa y Fabrizio Rongione, gran colaborador de los Dardenne, que tiene un papel muy importante en el filme y en la vida de Sandra. ¡Muy recomendada! 


9/10


Trailer de Deux jours, une nuit (Two Days, One Night)
Frases y Diálogos de la película




Marion Cotillard



Fabrizio Rongione



Marion Cotillard



Marion Cotillard



Marion Cotillard

lunes, 10 de noviembre de 2014

Interstellar (Christopher Nolan)

Comentario sobre la película Interstellar



“Einstein se equivocaba diciendo que "Dios no juega a los dados con el universo". Considerando las hipótesis de los agujeros negros, Dios no sólo juega a los dados con el universo: a veces los arroja donde no podemos verlos” (Stephen Hawking)



El tema de los agujeros negros ha sido objeto de estudio desde hace años, desde reputados científicos hasta tema central de teorías conspiratorias, e incluso con explicaciones metafísicas… y otros donde unen varios de los conceptos. Sin dudas, una de las conclusiones o especulaciones a las que han llegado las distintas vertientes, radica en la función de los “Black Holes” como cuerpos que permiten viajes a través del tiempo y el espacio… Y de forma sencilla, esa es la base que se ha tomado para desarrollar el argumento del filme “Interstellar” o “Interestelar”, en alusión a los viajes interestelares que se realizan cruzando los agujeros negros. Solamente, que en el presente filme, se le añade el argumento de salvar el mundo y la humanidad, como objetivo del viaje… Y especialmente, un complemento a esa parte de la anterior afirmación, que profesa: “… como cuerpos que permiten viajes a través del tiempo y el espacio”… en el filme, en algún momento se afirma: “el amor, es la única cosa que trasciende el tiempo y el espacio”… Señalando, uno de los objetos del filme, además de toda la parte científica, la de volver a recordar la importancia del amor, como fuerza que trasciende todas las barreras… En el filme, particularmente la relación paternal de padre e hija.

Christopher Nolan, el reconocido director de películas que mezclan la acción, la ciencia ficción, el thriller, entre otros géneros similares, en filmes como Memento, The Dark Knight Trilogy, Inception, The Prestige, etc. Este año, regresa nuevamente, con guión escrito a dos manos, como es frecuente, entre él y su hermano Jonathan, basados en los estudios de Kip Thorne sobre la gravitación y los agujeros negros, quien también asesoró a Nolan en la parte científica. 

A través de 169 minutos, casi tres horas de metraje, Nolan nos sumerge en un increíble viaje interestelar… un viaje que tiene un inicio prometedor, destacando desde los primeros segundos el excelente despliegue técnico, la fotografía y los efectos especiales, que trasladan al espectador con mayor facilidad a toda esa aventura. Pero la parte de los efectos especiales, era una de las garantías que sabíamos con anticipación que iba a contar el filme, por el talento del director y su equipo y el gran presupuesto que tuvo.  Pero luego de los primeros minutos, llegamos a una parte en donde se realiza la primera explicación (una de las tantas) sobre toda la teoría alrededor del filme y la base de la trama, que es una especie de preparación al espectador para que entienda con mayor facilidad lo que va a ver más adelante… Las explicaciones deben ser sencillas, y mientras más breves mejor, pero dicha parte, tiene una duración de aproximadamente más de una hora, y que además, seguirá encontrando lugares durante el resto del filme, como por si el espectador aún no ha entendido de qué va la cosa, y a donde el director quiere que vaya…

Toda esa sobre explicación me pareció insoportable, hasta creo haberme dormido en una parte… Incluso estuve a punto de abandonar la sala… y felicito a todos los que han salido a alabar al filme, destacando en especial su argumento, explicando en sus reseñas los detalles de la física cuántica etc. etc… en varias he visto los escritos que salen en Wikipedia sobre el tema y otras páginas similares… creo que la parte científica del filme nadie la reprocha, porque incluso no tenemos muchos elementos aún para poder reprochar lo que se conoce científicamente sobre el tema y lo que se especula desde el punto de vista metafísico, que es la parte que me parece más interesante, y más ligada a la tan interesante física cuántica… El problema es la forma en que se intenta explicar en el filme, con diálogos incansables, que me parecieron un total copy and paste de cualquier artículo científico, o al menos de las investigaciones del asesor… Quizás fue la única manera que Chris y Jonathan encontraron de meterla en el guión…

Pero en fin, luego de casi dos horas, sale por primera vez Jessica Chastain, y se ilumina la pantalla inmediatamente, y curiosamente mejora la película… Honestamente me quedé en la sala, esperando a que ella saliera… Y no me arrepiento… Luego la historia se vuelve mucho más emocionante, y Nolan empieza a desplegar lo que mejor sabe hacer, que es la acción muy bien filmada, a pesar de los chirridos de su banda sonora, casi siempre desesperantes. Pero a pesar de todo, disfruté de muchos momentos de esa segunda parte, la mayoría debido a sus efectos técnicos. Pero de la historia de fondo, por muy bien informados que hayan estado, y las arduas investigaciones que hicieron sobre el tema, me pareció tremendamente floja la ejecución y el acoplamiento con los otros recursos de la película, pareciendo en algún momento que Nolan no sabía cómo cerrar, o qué hacer con semejante agujero negro en que se había metido con esa historia… Que quizás no tiene ninguna complejidad, sino que se plantea de forma compleja, porque así se quiere que luzca el filme… Posiblemente tras un análisis un poco más profundo sobre el argumento de Interstellar, se encuentre un poco más de pseudociencia, modernismos o metafísica para todos, que de verdadero rigor científico… Eso no lo digo, para desmeritar por ejemplo la metafísica, ya que es un tema que respeto y que he leído mucho, sino para hacer el contraste en lo que se pretende vender como “la primera película científica”… entre otros tantos títulos absurdos que he escuchado.  

Siguiendo con el análisis del filme, obviamente las explicaciones excesivas continúan a la orden del día… como asegurándose del mensaje que se quiere que acoja el espectador, y el final feliz con típicos tópicos del género, que contrastan con los otros tópicos que no querían repetir el director, precisamente desde el punto de vista técnico con otros filmes del género. Lo que nos explica, que es un filme más preocupado en lo técnico… y que el resto de la trama parece que fue escrito a última hora… Eso sí, aprovechemos a adicionar varios elementos de la jerga científica para confundir al espectador… 

A los mismos que siguen alabando al filme, y enseguida la catalogan como la “2001” del siglo XXI, me parece una afirmación totalmente ridícula, no le llega a los talones en ningún aspecto… incluso Gravity me pareció mucho mejor… Los silencios de las dos películas que acabo de mencionar, en la de Nolan, está llena de música chirriante y excesiva para evocar sentimientos forzados, y sobre explicaciones y diálogos científicos que no aportan nada a la trama… porque creo que el mismo filme logra trasmitirlo de mejor manera posteriormente a través del lenguaje audiovisual, a través de imágenes, como debe ser en un filme… 

Por lo que el guión, desde mi punto de vista tiene enoooormes problemas… Y estoy casi seguro que los Nolistas me atacarán, pero sin dudas, aunque no tenía muchas expectativas, la película es una mayor decepción de lo que esperaba. Y sólo le salvo en algunos puntos, por sus increíbles efectos y el aspecto técnico, la escena de las cinco dimensiones, los diversos homenajes a “2001 Una Odisea en el Espacio”, la verdadera obra maestra del género, además del reparto plagado de estrellas, en especial por McConaughey y la hermos Chastain, que tuve que esperar casi dos horas para ver… Al final, pasadas las horas las sensaciones del filme se van desvaneciendo, y no encontré trascendencia. Recomendada, vale la pena ir a verla en cine, pero vayan preparados para un pequeño sueño en la primera parte… o quizás se mantengan despiertos y yo soy el del problema!


6/10


Trailer de Interstellar
Frases y Diálogos de la película




Matthew McConaughey



Matthew McConaughey



Anne Hathaway



Anne Hathaway



Comentario sobre la película Interstellar

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La Hija del Optimista (Eudora Welty)

Eudora Welty




Última novela publicada por primera vez en 1972 por Eudora Welty, otra de las Damas del Sur de la Literatura Norteamericana, galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer en 1973. Parecerá increíble, que sólo hasta el 2009 fue editada y desvelada al público de habla hispana por primera vez, gracias a la editorial Impedimenta.

“La Hija del Optimista”, inicialmente iba a ser un relato corto de la autora, quien posteriormente decidió alargarlo y convertirlo en la novela que hoy podemos leer. Cuenta la historia de Laurel, quien es el eje central de la narración, es la hija del optimista, una mujer madura, que regresa a Nueva Orleans debido al llamado de su propio padre, el juez McKelva, un hombre independiente y autosuficiente, que está a punto de ser operado de la vista. Su hija, extrañándose de la llamada de su padre por tan simple operación, asiste sin pensarlo dos veces. Al llegar a su pueblo, Laurel también se internará inmediatamente en su pasado, plagado de objetos, flores, olores, colores y personales particulares, como su madrastra Fay, una mujer mucho menor que su padre, casi de la misma edad de Laurel, con una actitud orgullosa e imponente. 

Con todos esos elementos, tenemos todos los ingredientes para un tremendo melodrama sureño… Acostumbrados al drama puro y a la intensidad en diálogos, Eudora Welty nos responde con silencios, prolongados silencios y cavilaciones, enormes monólogos internos, descripciones y cuestionamientos, de un narrador externo que es capaz de leer con gran fidelidad las almas de sus atormentados personajes… quien no es otra que la misma Eudora Welty… Nos pone un enorme freno, lo que quizás puede hacer que algunos lectores se aburran en las primeras páginas por el impacto del cambio en la narración, con respecto a nuestra anterior autora Carson McCullers… Por lo tanto, el libro de Welty requiere un esfuerzo a la sabia paciencia, a la contemplación y el deleite en hallar la poesía de lo cotidiano y en lo aparentemente inane. Toda la narración, es desde la perspectiva de Laurel, quien nos interna poco a poco, en su pasado, en sus recuerdos, sus nostalgias y sus añoranzas. 

Aunque mantiene similitudes con Carson McCullers, por la atmósfera de ese sur, que tan bien supieron describir y desentrañar… desde los mínimos cambios en el clima, como en el de sus propios personajes… con Welty entramos a un terreno de pleno realismo y narración introspectiva, con un cuidadoso narrador omnisciente que se camufla en las distintas voces y ritmos narrativos de la lectura… Welty, tampoco siente la necesidad de introducir personajes extraños a la trama, como McCullers lo hace… en Welty todo es real, íntimo y humano… Y lo mismo humano, después de conocerlo a profundidad, gracias a la historia, se nos desdibuja y se nos hace extraño y grotesco… 

El libro tiene varios momentos de vital importancia donde se centran partes cruciales de la acción; desde el hospital, con el médico, las enfermeras, las discusiones, las lecturas de Laurel a su padre, los arranques de Fay, en fin…. Siguiendo con el momento del velorio, donde frente al cadáver del juez se tornan diversas discusiones o charlas, donde destaca la de Laurel con sus amigas, quienes pretenden distraerla con el chisme y la habladuría… personalmente me sucedió algo curioso en esa parte, y es que ya estaba metido tanto en el personaje de Laurel, que me molestaron un poco esos chismes, y leí esa parte un poco rápido como si estuviese desesperado, fastidiado, o como si no quisiera escuchar… Y que un autor logre hacer sentir de esa forma al lector, me parece muy destacable.  Además, que dentro de esas discusiones se representan diversos elementos, como las costumbres y los comportamientos de los pueblos del sur. Y otro de los momentos de vital importancia, y uno de mis favoritos, es en el tramo final, cuando Laurel se enfrenta directamente con el recuerdo de su madre, en el escenario de su casa… a la vez que surgen los recuerdos de todos los muertos, su propio esposo, que falleció en la Segunda Guerra Mundial, y el de su propio padre. Toda esa escena inducida por la bella imagen de un pájaro que se interna en la casa y la lleva a trasladarse justamente al lugar de los más íntimos recuerdos. 

Otro aspecto a destacar, es que toda la narración transcurre con constante calma y cuidado, que va acorde a la misma mirada que Laurel tiene de las cosas y de reaccionar frente a los acontecimientos que se le presentan. Sólo alcanzando un punto fuerte hacia el final, donde confronta por primera vez a su vil madrastra… que ignoró o trató de ignorar durante la mayoría del recorrido…

Eudora Welty escribió esta novela, como se menciona en el prólogo, no teniendo la edad de Laurel, sino ya estando más cercana a la edad del juez… Lo que se aprecia en la sabiduría de su prosa, en su conocimiento del ser humano y de la vida misma… Su paseo por temas como la muerte, el recuerdo y el olvido, son tratados con gran conocimiento de la causa… Además, hay que recordar que antes de ser novelista, Welty era fotógrafa, por lo que podemos comprender su obsesión por atrapar momentos plagados de descripciones... La Hija del Optimista, está repleta de escenas y personajes descritos con detalle y cuidado, en la misma naturalidad de la prosa que evoca a la sencillez, pero que poco a poco se van develando distintos matices que lo hacen ver más complejos, como en realidad somos los seres humanos… que para conocer realmente su contenido, se necesita atisbar más de una vez, con paciencia… 

Cada vez que leemos una novela, es inevitable realizar comparaciones y establecer relaciones con otros escritos que hemos leído… Debo decir que la novela de Welty me llevó a evocar en momentos a Alice Munro, en el detalles de las descripciones de situaciones cotidianas, y la nobel canadiense no ha ocultado su gran influencia en Welty, pero en el argumento, la descripción y el tratamiento del tema, me recordó a Los Muertos, uno de los cuentos de Joyce, en su recopilación titulada “Dublineses”… llevada al cine de forma magistral por John Huston… preciso el mismo que adaptó la obra de McCullers, “Reflejos en un ojo dorado”. 

Y para finalizar, si puedo sintetizar en pocas palabras el gran logro de la novela de Welty, debo decir que “describir de forma tan sencilla las complejidades de la vida y del ser humano”.


9/10



A continuación, algunos de mis fragmentos favoritos:


«Qué cargas imponemos a los moribundos», pensó Laurel ahora, mientras escuchaba cómo se derramaba la lluvia sobre el tejado: «Intentamos hallar alguna cosita que nos pueda consolar cuando ellos ya no están... Algo que resulta tan difícil de conservar como de hallar: la durabilidad de los recuerdos, la prevención contra el daño que nos puedan hacer, la autosuficiencia, los buenos deseos, la confianza en los demás.»



El misterio, pensó Laurel, no radica en lo poco que conocemos a quienes nos rodean, sino quizás en lo mucho que los conocemos realmente”.



—Juez Mac —contestó el doctor Courtland—, he conseguido que me haga este favor el doctor Kunomoto, de Houston. Ya sabe, fue mi profesor. Ahora utiliza un método más radical, y puede coger un avión y presentarse aquí pasado mañana...
—¿Para qué? —preguntó el juez—. Nate, me he decidido a salir de casa, y a abandonar mis comodidades, y a venir a este sitio, y a ponerme en tus manos por una sola razón: confío en ti. Así que demuéstrame que todavía no soy tan viejo como para haber perdido el buen juicio.
—Muy bien, señor; entonces se hará como usted quiere —dijo el doctor Courtland, levantándose. Y añadió—: Señor, ¿sabe usted que, en todo caso, esta operación no es cien por cien segura?
—Bueno, soy un optimista.
—No sabía que quedaran individuos de esa especie —dijo el doctor Courtland.
—Nunca pienses que ya lo has visto todo —se burló el juez McKelva. Respondió a la sonrisa del doctor con una carcajada que fue como el gruñido de triunfo de un viejo cascarrabias. El doctor Courtland, cogiendo las gafas que el juez sostenía en sus rodillas, amablemente se las volvió a colocar sobre la nariz.



 ¿Quieres saber por qué esta tabla del pan, ésta precisamente, me resulta tan valiosa? Te lo diré. Es porque la hizo mi marido.
—¿Que la hizo? ¿Y para qué?
—¿Tú sabes qué es hacer las cosas por amor? Mi marido la hizo para mi madre, para que tuviera una buena tabla. Phil le hizo este regalo... Fabricó la tabla con sus propias manos. Y la lijó, la pulió, la encoló, le puso el mango... Está hecha a la perfección. Mírala, está todavía tan plana como una regla. Perfectamente ensamblada... Bien apretada, cada borde...
—Me importa un bledo —dijo Fay.
Yo misma vi cómo la hacía. Era el único de la familia que tenía habilidades manuales. A su lado, nosotros éramos un hatajo de inútiles... Aunque eso era lo que nos unía y nos mantenía juntos. Cuando mi madre vio esta tabla, lo bendijo. Decía que era sólida, y preciosa, y que era perfecta para lo que necesitaba, y enseguida le encontró un lugar en su cocina.
—Pues ahora es mía —dijo Fay.
—Pero yo soy la única que puede conservarla... —dijo Laurel.
—¿Qué me estás diciendo? ¿Que te la regale?
—Me la voy a llevar a Chicago.
—¿Qué te hace pensar que te dejaré? ¿Cómo es que te has vuelto tan descarada de repente?
—¡Porque he encontrado la tabla! —gritó Laurel. La cogió con las dos manos y la apretó contra su pecho.
—¡Vaya, señorita Laurel! —dijo Fay—. ¿Qué dirían todos si te vieran ahora? ¿Estás diciendo que te la llevarías de la casa así? ¡Pero si está más sucia que un pecado!
—Creo que puedo quitarle esa suciedad.
—Bueno, si quieres despellejarte las manos...
—Las cicatrices que tiene son otra cosa... Pero al menos lo intentaré...
—Y qué vas a hacer con ella cuando la hayas arreglado? —dijo Fay en tono burlón.
—Intentaré hacer pan. Esta noche pasada, gracias a Dios, encontré la receta de mi madre... Escrita de su puño y letra...
—Pero si todo el pan sabe igual, ¿no?
—Eso es porque tú nunca probaste el pan de mi madre. Creo que yo también podría hacer un buen pan de molde... Podría intentarlo.
—Y quién se lo comería contigo? —dijo Fay.
—A Phil le encantaba el pan. Le encantaba el buen pan. Partir una rebanada de pan de molde y comerla caliente, recién sacada del horno —dijo Laurel.
Fantasmas. E irónicamente se vio a sí misma, caminando por la casa con un aire tan resuelto como Fay durante el día del funeral. Desde luego, tenían que verse... Era absurdo suponer que no se encontrarían allí cuando todo acabase. No es que a Laurel se le hubiera hecho tarde; es que Fay había venido demasiado pronto, y justo a tiempo. Porque, tal y como lo veía Laurel, hay odios que son como los amores, que se unen a nosotros y continúan con nosotros durante toda la vida. Pensó en Phil y en los kamikazes que pasaban tan cerca que se les podía dar la mano.
—¿Tu marido? Y qué tiene que ver él en esto? —preguntó Fay—. Está muerto, ¿no?
Laurel cogió la tabla del pan con las dos manos y la levantó, amenazando a Fay.
—¿Con eso me vas a golpear? Una tabla del pan vieja y sucia: ¿eso es todo lo que has podido encontrar?
Laurel sujetó la tabla con firmeza. La sostenía sobre su cabeza, pero durante un instante pareció que era la tabla lo que la sostenía a ella, en medio de una corriente de aguas turbulentas, para evitar que se hundiera donde todos los demás habían sucumbido antes.
Desde el salón llegó un débil zumbido, y entonces sonaron las doce. Laurel bajó lentamente la tabla y la sujetó a la altura del pecho, haciendo un parapeto entre ambas.
—Voy a decirte una cosa: has estado a punto de hacer el ridículo —dijo Fay—. Has estado a punto de golpearme con esa tabla. Pero no pudiste hacerlo. No sabes pelear. —Y la miró con los ojos entrecerrados—. Yo tuve toda una familia para enseñarme.
Pero, por supuesto, Laurel lo comprendió de otro modo: era Fay la que no sabía cómo luchar. Porque Fay no poseía en su interior la fuerza de la pasión o de la imaginación, y no tenía modo de apreciarla o de obtenerla de los demás. Los demás, con sus vidas, seguramente también eran invisibles para ella. Para encontrarlos, ella sólo podía arremeter contra ellos armada con sus pequeños puños y dar manotazos al azar, o escupir con aquella pequeña boca suya. No podía luchar contra una persona sensible del mismo modo que jamás podría amarla.
—Creo que infravaloras a todo el mundo —dijo Laurel.
Había estado a punto de hacerle daño a Fay. Había querido hacerle daño, y se había sentido capaz de seguir adelante. Pero así de extraños son los pensamientos: había sido el recuerdo del pequeño Wendell lo que lo había impedido.
—No sé por qué estás armando tanto escándalo. ¿Qué ves en esa tabla? —preguntó Fay.
—La historia completa, Fay. El pasado absoluto.
—¿La historia de quién? ¿El pasado de quién? Desde luego, el mío no —dijo Fay—. El pasado no es cosa mía. Yo pertenezco al futuro, ¿no lo sabías?
Y a Laurel se le ocurrió que Fay seguramente ya le estaba siendo infiel a la memoria de su padre.
—Ya sé que no tienes nada que ver con el pasado —dijo—. Ya ni siquiera puedes cambiarlo.
«Ni yo tampoco, ni yo tampoco puedo», pensó, «aunque el pasado lo había sido todo y lo había representado todo para mí. Ahora, el pasado ya no puede ayudarme ni hacerme daño, no más que mi padre en su ataúd. El pasado es como él, insensible, y jamás podrá despertar. Es el recuerdo lo que actúa como un sonámbulo. Regresará con sus heridas abiertas desde cualquier rincón del mundo, como Phil, llamándonos por nuestros nombres y exigiéndonos esas lágrimas a las que tienen derecho. El recuerdo no será nunca insensible. Al recuerdo sí se le pueden infligir heridas, una y otra vez. En ello puede residir su victoria final. Pero del mismo modo que el recuerdo es vulnerable en el presente, también vive en nosotros, y mientras vive, y mientras tengamos fuerzas, podremos honrarlo y darle el trato que merece.»
Desde el exterior, en la puerta principal, se escuchó el ruido de un coche que se acercaba y el sonido de la bocina de las damas de honor.
—Llévatela —dijo Fay—. Así tendré una cosa menos que tirar.
—No importa —dijo Laurel, apoyando la tabla del pan en la mesa—. Creo que podré sobrevivir sin ella.
Los recuerdos no viven en un objeto concreto, sino en las manos libres, perdonadas y liberadas, y en el corazón que puede vaciarse y llenarse de nuevo; en los motivos renovados por los sueños.
Laurel pasó junto a Fay, avanzó hacia el vestíbulo y cogió su abrigo y su bolso. Missouri llegó corriendo por el porche justo a tiempo para entregarle la maleta. Laurel la cogió rápidamente, bajó deprisa los peldaños y fue hacia el coche, donde la esperaban las damas de honor, sujetando la puerta abierta para que entrara, y apremiándola con impaciencia.