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lunes, 16 de junio de 2014

The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, Christine Cynn)

Comentario sobre el documental The Act of Killing


“The Act of Killing”, es de uno de los documentales o largometrajes más impresionantes, grotescos, abominables y perturbadores que he visto en los últimos años. Es difícil calificarlo, porque sentí una constante sensación de hastío al verlo, que probablemente no vuelva a verlo jamás. Pero reflexionando, porque es un filme que debe llevar a la inmediata y constante reflexión, reconozco que es uno de los trabajos más brillantes que se han filmado en los últimos años.

Segundo documental escrito y dirigido por el dúo Oppenheimer-Cynn, que brilló dentro de la excelente cosecha de documentales del pasado año, y de los últimos tres años que nos ha dejado trabajos diferentes y brillantes. En “The Act of Killing”, nos situan específicamente en Indonesia, donde años atrás en 1965, el país sufrió un golpe de estado militar a manos de un grupo que tenía a la cabeza al general Suharto, quien en compañía de un grupo de un grupo de milicianos de tomaron el poder e iniciaron un genocidio en contra de la población que no compartía sus ideales, a los que simplemente catalogaban de comunistas. Los directores filman en la Indonesia de hoy en día, donde aún quedan rezagos de ese régimen y los genocidas viven con total impunidad, a quienes entrevistan y piden que recreen los hechos que cometieron en el pasado. Los asesinos con total tranquilidad y orgullo lo hacen ante la impasible cámara que captura todo lo que ocurre. 


La forma cómo se hizo el documental y los mecanismos utilizados para mostrar la cara y revivir el pasado de todos esos miserables que asesinaron a tanta gente en el pasado, es de admirar; el riesgo y el mismo montaje para dar la confianza a cada uno de los personajes para que se expresaran con tranquilidad y soltura. Y de paso, esos miserables, en ciertos momentos nos muestran y restriegan en la cara verdades y realidades incómodas, que constantemente enfrentan al espectador a sí mismos y a sus propios dilemas morales, lo que hace que el asco que sintamos por ellos, se traslade también a la sociedad… y en algunos casos a nosotros mismos. 


Es por esto, que al final me ha resultó un trabajo notable y perturbador, pero necesario. Hay muchas cosas que decir de este documental, pero una de ellas, es que nos reafirma en críticar sin piedad a todos esos largometrajes de ficción o documentales convertidos en propaganda de cualquier institución, ya que como ocurre en el arte en general, el cine también puede ser generado desde la misma raíz del mal para generar cortinas de humo, independientemente de las virtudes artísticas que lo acompañen. Al fin y al cabo, el arte es la expresión del mismo e imperfecto ser humano, y es bueno siempre conocer las distintas perspectivas de un problema o una situación histórica; debido a esos agujeros negros que siempre tiene la historia que conocemos y que queda escrita en los libros de historia. Toda la película también nos permite reflexionar sobre ese tema y además nos sigue demostrando que los mismos seres humanos somos los seres más aterradores del planeta.


9/10



 

Trailer de The Act of Killing 
Frases y Diálogos del Documental




Anwar Congo



Comentario sobre el documental The Act of Killing



Comentario sobre el documental The Act of Killing

2 comentarios:

  1. Observo, a izquierda y a derecha, una manifiesta preferecnia por tu parte del cine que se viene perpetrando en U.S.A. en las últimas décadas. Respeto a ese posicionamiento lo respeto pero no lo comparto en absoluto. Si exceptúo a cineastas como Linklater, Payne, Daniels y algúna película independiente que surge de vez en cuando, me sitúo en el cine de la Vieja Europa. Poco cabe esperar ya de directores como Eastwood, Scorsese, los Coen, Jarmusch, Van Sant, Coppola.....e incluso Woody Allen que arrastran desde hace años una inexorable decadencia. Menos todavía de los piadosos y conservadores del "tea party", Terrence Malick o James Gray. No obstante tu blog me parece altamente interesante porque al igual que el mío - llamado VERGERUS en homenaje a Ingmar Bergman . no se limita al cine sino que toca otros palos tan fascinantes como la literatura o la música. Si no te molesta, intervendré de vez en cuando, planteando discrepancias o no. Confiese que a mi no me interesan nada "Cahiers du Cinéma" o sus clónicas españolas "Caimán " o "Dirigido".

    THE ART OF KILLING

    He precisado dos visiones para pasar del entusiasmo a la decepción respecto a “The act of killing”. Pura impostura y bastante desvergüenza la de mr. Oppenheimer. El maquillar, vestir y disfrazar a unos raritos actores, o no, para que hagan de verdugos indonesios es situarse en las antípodas no ya del documental sino incluso de una moral que excede a lo meramente cinematográfico. “The act of killing” o aparatoso intento de dar gato por liebre.
    Una película que, sinceramente, me repugna y hasta me indigna porque con según que asuntos - los genocidios - me resulta intolerable la trampa y la "representación". Ahí están, por citar tan solo dos ejemplos, Claude Lanzmann o Rithy Panh. Dos cineastas monotemáticos que muestran la verdad - Lanzmann y el Holocausto - o la reconstruyen - Rithy Panh y las matanzas de los Jémeres Rojos de Pol Pot. Nunca la representan ni la falsifican. Son artistas sinceros y honestos. No oportunistas advenedizos.

    Un muy cordial saludo.

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    1. Hola Luis, gracias por comentar y pasarte por mi blog. Al contrario, me encantan las posiciones contrarias y distintas a la mía, siempre he dicho que es aburrido coincidir siempre. Así que no te preocupes por eso y comenta con total libertad cuando quieras.

      Con respecto a tu comentario, mi primera impresión la primera vez que vi el documental fue un poco contradictoria, como comentaba al inicio sentí también repulsión y prometí no volver a verla más, y de hecho lo he cumplido. No me apetece volver a verla y sentir lo que sentí en el primer visionado. Sin embargo, fuera de ese sentimiento me puse a analizarla un poco más profundamente, y a pesar de mi sensación, tuve que reconocer que era brillante y toda una revolución en la forma de hacer documentales, ¿oportunismo? ¿maestría? entre tantos adjetivos, quizás cumple varios o todos, pero cumple de forma siniestra su objetivo y remueve y golpea al espectador. Yo sigo manteniendo mi posición, y esperaré un nuevo visionado, quien sabe cuando se lo vuelva a dar.

      Saludos!
      A.S.B

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