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jueves, 24 de abril de 2014
De tal padre, tal hijo (Hirokazu Koreeda)
"De tal padre, tal hijo" la película más reciente del maestro nipón Hirokazu Koreeda, que fue presentada en el Festival de Cannes del año pasado donde logró el Premio Especial del Jurado. Desde inicios del año pasado era una de las películas que más esperaba por ver, pero la larga agonía duró hasta que a finales del año pasado se desvelaron las Gemas del FICCI 2014, donde para mi gran sorpresa estaba la película de Koreeda, que siempre ha sido recibido en el FICCI en distintos años en el apartado de Gemas. El día que ya por fin me tocaba ver la película en las salas del Centro de Convenciones, iba muy emocionado. La espera en la entrada se me hizo eterna, luego la subida por las escaleras, hasta llegar finalmente a las butacas de la sala. Cuando la pantalla en negro empezó a destellar los primeros colores con los anuncios y la publicidad del FICCI, simplemente después de tanta espera sólo se me aguaban un poco los ojos de estar apunto de verla en pantalla grande. Y ese fue sólo el inicio del recital de momentos conmovedores e inolvidables.
La película, dirigida y escrita por Hirokazu Koreeda, tal como lo esperaba, es una completa y absoluta maravilla. El director lleva un tema tan melodrámatico, como el intercambio de hijos en el momento del nacimiento y todas las reacciones que esto desencadena a otro nivel; con su particular sensibilidad, sutileza y precisión tras la cámara. En esta oportunidad, teniendo como telón de fondo a dos familias distintas, una de ellas liderada por Ryota, un profesional exitoso y obsesivo con su trabajo, con la perfección tanto en su vida laboral como en el hogar, por lo que exige siempre demasiado a su pequeño hijo Keita, con el que nunca tiene mucho tiempo de interactuar. Por otro lado, tenemos a la familia liderada por Yudai, un hombre de clase trabajadora, que vive en una modesta casa en donde además tiene y atiende su negocio. Yudai a diferencia de Ryota es alegre, despreocupado, además de amoroso y dedicado a sus hijos.
Cuando ambas familias se enteran de la noticia, y luego del impacto inicial, empiezan un largo proceso de reconocimiento, en donde cada uno de ellos empieza a mostrar el interés por reconocer a su verdadero hijo. Muchas preguntas invaden la mente de sus padres, cuestionamientos, rabia e impotencia, que diluyen y tratan de responder una de las preguntas que incluso se plantean dentro del filme: ¿Se puede realmente amar a un hijo sin tu propia sangre?
Durante todo el filme somos testigos de todo ese proceso al que acceden ambas familias. Es un proceso y una trama, que en manos de cualquier director se hubiese caído casi que inmediatamente en el melodrama fácil, pero Koreeda disecciona con pulcritud y detalles el mecanismo interno de las relaciones familiares. De forma simbólica, inicia un proceso de instrospección a través de los personajes, que traspasa a la pantalla. Temas tan universales, como los fantasmas del pasado, la dificultad de las relaciones parentales entre padre e hijo, desde el inicio de la cadena desde generaciones pasadas, el amor y admiración natural de los hijos por sus padres, sin importar la dureza de estos, entre muchos otros temas que siempre serán eternos en ese grupo tan importante y núcleo del futuro de la sociedad, como siempre ha sido la familia. Todos esos temas se abordan y es inevitable que lleguen directamente al espectador, donde muy seguramente muchos se sentirán identificados en algunas escenas.
“De tal padre, tal hijo” es un poema en prosa sobre las relaciones parentales y familiares, que además cuenta con bellas escenas e inolvidables escenas, como esa donde las familias de reúnen por primera vez en un centro comercial y cada uno emíeza a detallar los detalles, gestos, comportamientos, fisionomía, entre tantos otros, de sus verdaderos hijos, como muchas otras escenas. La dirección y la fotografía son excelentes, acompañados de planos que hablan por sí mismos e imágenes poderosas que encierran y contienen mucho poder y significado. Además no podemos dejar de mencionar el notable guión y las interpretaciones, destacando especialmente a los niños protagonistas, que con toda naturalidad se desenvuelven al compás de la narración y la historia.
Drama, humor y tristeza, todo un cóctel de emociones para disfrutar de este conmovedor y monumental trabajo de uno de los mejores directores japoneses y de la cinematografía mundial. Creo que está de más decir, que fue la única película que logró sacarme lágrimas de todas las películas en el festival, sobre todo en una escena al final que definitivamente rompe el corazón. Ya sabía de antemano que Koreeda lo iba a lograr, y en efecto no me decepcionó. Junto con La Grande Bellezza (otra que me hizo llorar pero la primera vez que la vi) y La Vida de Adéle, las grandes obras del 2013. Y metería también de cerca a La Jaula de Oro.
9/10
Trailer de De tal padre, tal hijo
Frases y Diálogos de la película
me muero por verla
ResponderEliminarNo te la pierdas Robe! Es una maravilla. Como ganó el premio Gemas en el FICCI, se ganó la distribución en la salas de cine de Colombia. Esperemos a ver cuando la estrenan.
EliminarHermosa película, esta semana llega a los cines (bueno, a algunos, pocas salas seguramente pero algo es algo) de Buenos Aires. Muy linda la crítica, coincido muchísimo. Saludos.
ResponderEliminarMe alegra mucho Jessica! Es una belleza de película.
EliminarGracias por dejar tu valioso comentario y por pasarte!
A.S.B