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domingo, 9 de marzo de 2014

La Vida de Adèle (Abdellatif Kechiche)

Comentario de la película La Vida de Adéle





Luego de que “La vie d'Adèle” (La Vida de Adèle) ganara la Palma de Oro en el último festival de Cannes, inmediatamente se convirtió en uno de los filmes más esperados por toda la comunidad cinéfila. Es el efecto de Cannes, el festival de cine más prestigioso del mundo. Al mismo tiempo, es difícil no tener altas expectativas antes de ver el filme que ganó la anhelada Palma de Oro, te esperas ver la mejor película del año, como ha pasado en años recientes con El Árbol de la Vida o Amour, aunque siempre hay excepciones.

 

Pero algo pasa en especial con “La Vida de Adèle”, desde el primer fotograma donde enfocan a Adèle Exarchopoulos, la actriz debutante que interpreta a Adèle, y observas sus gestos, sus miradas, sus muecas, y su inconmesurable naturalidad, te olvidas de absolutamente todo, y te enfocas en ella, en lo que experimenta, en lo que dice, en lo que calla, y en ese pequeño asomo a su vida. La película nos traslada por la vida de una joven y su descubrimiento y despertar sexual. Las películas con temática homosexual tienen su historia, desde hace años se han llevado a la pantalla historias de dos hombres enamorados o dos mujeres enamoradas, y se han visto de todos los extremos, algunas plagadas de clichés y otras que se acercan un poco más al intimismo. El mérito de este filme, que es la mejor película del género que he visto, no son las excelentes escenas explícitas de sexo, sino ese acercamiento muy poco conseguido en la mente y en la vida de las personas que pasan esa situación, además se hacer real y sincero el amor entre dos mujeres, con todos los problemas de cualquier tipo de relación más tradicional. 

 

Kechinche hace un excelente trabajo, de una historia muy sencilla, logra algo superlativo, con algunos planos y secuencias muy bien rodadas que reflejan de gran forma lo que sientes cada uno de los personajes, a la vez que exalta el trabajo de cada uno de sus actores: detalles en los gestos, los decorados minimalistas pero con gran simbolismo, el color azul, la ropa, el peinado de Adéle, su forma de comer, etc. Sobre todo, el de la milagrosa Adèle y el de una actriz que me gusta mucho, como es Léa Seydoux, quién también está excelente y mantiene una química perfecta con su compañera. Aunque el filme dura casi 3 horas, en ningún momento se torna aburrida o pesada, al contrario, fluye naturalmente como la relación de las dos actrices que se entregan en alma y cuerpo a sus personajes. En síntesis, me ha parecido un gran filme, una obra maestra en el género, una de las historias de amor más auténticas que he visto en los últimos años, un filme de gran sutileza y detalle, valiente y necesario. Muy recomendada. Sin dudas de lo mejor del año, y entra directamente el Top 3 de mi lista de lo mejor del año. 

 

9/10

 

 

Trailer de La Vida de Adèle

 

Frases y Diálogos de la película





Adéle Exarchopoulos



Léa Seydoux


Adéle Exarchopoulos


Léa Seydoux



Adéle Exarchopoulos



Adéle Exarchopoulos

8 comentarios:

  1. Sinceramente, para que se hagan películas lésbicas como ésta prefiero que no se haga ninguna… porque mucho decir que visibilizan y normalizan pero parece que nadie ve que en realidad estamos en lo de siempre: las relaciones entre mujeres se convierten en objetos de morbo masculino y en escenitas degradantes de tetas y coños antes que en cualquier otra cosa, y eso es más un retroceso que un avance.
    Soy lesbiana y estoy muy harta de escuchar tantas alabanzas absurdas a esta película que no es más que el desahogo pornográfico de las obsesiones de un director déspota. Fui a verla ilusionadísima porque el cómic me había encantado y tenía las esperanzas de encontrarme con algo igual de bueno o quizá mejor, pero no puedo expresar mi sorpresa al encontrarme tamaña basura… Quince minutos de porno lésbico completamente gratuito e injustificado que ensucian el resto del metraje y actúan a modo de llamada de atención desesperada (así como llamada a la recaudación, a la audiencia y a la crítica masculina) para disculpar tres horas insustanciales, desaprovechadas y vacías, con lo que podía haber dado de sí una temática inicial tan fantástica. El director sólo se preocupó de rodar tijeras y cunnilingus, no hay rastro de la profundidad de la novela gráfica, de su estética cautivante, de su buen gusto, de su sensibilidad, de su despliegue en cuanto a temas y motivos… sólo sexo explícito, poses ridículas y morbo facilón para arrastrar a la gente a verla y convertirla en vouyers.
    Sin esas largas escenas de sexo la película habría ganado en dignidad y fuerza, precisamente es contraproducente a su causa este excesivo regodeo. En lugar de estas escenas (o de gran parte de ellas) se podría haber aprovechado metraje e incluir, por ejemplo, una escena de ataque homófobo de los que están tan tristemente vigentes en Francia u otros países europeos, eso sí contribuiría a una mayor sensibilización del público y no una escena como la de las tijeras con la que la película cae en el ridículo, se descalifica a sí misma y le da la razón a quienes afirman que es pornografía mostrada sólo con el propósito de excitar. ¿Cuál es la intención si no de regodearse de tal manera? ¿Si no vemos ocho orgasmos no entendemos la pasión entre ambas protagonistas? ¿O la “necesidad” de meter estos quince minutos de sexo salvaje era porque si no nadie aguantaría tres horas soporíferas viendo a una actriz con cara de empanada?
    Me pregunto cómo es posible que nadie (o muy pocos) vean lo que es en realidad esta película: una fantasía pornográfica de un director heterosexual, basándose en un juicio apriorístico de cómo follan dos lesbianas que no es más que su propio deseo puesto en imágenes (y además tiránicamente, en plan “vosotras tocaos hasta la extenuación que yo filmo mientras babeo). De haber sido dos hombres los protagonistas (o un hombre y una mujer), el director jamás se habría recreado así en una escena sexual entre ellos y la película no habría sido tan brillante para los críticos. Si la pareja hubiera sido heterosexual y si el sexo, aunque realista, hubiera sido tratado de manera más sutil, de esta película ni se habla. Y mucho menos se la premia. Pero claro, a los críticos heterosexuales les ha gustado mucho y por eso ganó Cannes…
    Por eso, lo que me escama de todo esto (aparte de que me es imposible simpatizar con un señor que ha hecho que sus actrices se sientan poco menos que abusadas…) es que el director ha reducido una historia compleja sobre el amor, la amistad, la intimidad… en una larguísima escena de sexo hecha desde el punto de vista de un observador masculino y heterosexual (qué sorpresa) que reduce a las lesbianas y a las mujeres en general en objetos hipersexualizados cuyas prácticas sexuales son y deben ser aquellas que despiertan los deseos de este público en particular. Como siempre, se reduce a las mujeres (lesbianas o no) a lo mismo. Objetos. Objetos con los que vender, comerciar, excitar… objetos masturbatorios y poco más.
    Esta película no hace ningún favor a la causa homosexual, más bien todo lo contrario.

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  2. Si me extiendo tanto y me expreso con tanta vehemencia es porque quiero que mi punto de vista (que es el de muchas lesbianas también) ayude a entender por qué tanta indignación justificada con esta película, por eso insisto en dar explicaciones de lo que considero que es un enfado lógico (el que también siente la propia autora del cómic) y no una pura histeria “porque sí”. Y si he adoptado esta postura tan beligerante con respecto a esta película es precisamente por lo descarado y ofensivo que me resulta su intención comercial. Precisamente creo que el director se vio obligado a incluir esos 10 minutos de sexo lésbico explícito porque si no nadie iría a ver una película de 3 horas, tan lenta, tan densa y tan poco comercial en todos los demás sentidos.
    Recomiendo encarecidamente la lectura del cómic original para que cualquiera compruebe la diferencia por si mismo en todo cuanto afirmo: claro que hay sexo, de hecho nadie niega la necesidad de que lo haya, pero está tratado de una manera completamente diferente: con buen gusto, sensibilidad y respeto. Son escenas estéticas y realistas, no tan facilonas, exageradas y burdas como en la película, donde la mirada masculina y casi onanista se delata por sí sola. La autora, Julie Maroh, también expresó su indignación al respecto. Conste, insisto, que en ningún momento se discute sobre no mostrar sexo en la película, de hecho es necesario y está justificado que se muestre, pero no ASÍ. El problema no es con el sexo explícito siempre que esté justificado y bien presentado. El problema es cuando se ha decidido mostrar una escena sexual larguísima con el único propósito de crear morbo gratuito y polémica para después querer tomar al espectador por tonto, hacerse el ingenuo y pretender venderlo como “arte”. Eso es lo indignante. Más que una relación sincera y realista entre dos mujeres parece una fantasía pornográfica bastante tópica (e incluso ridícula por determinadas posturas) de un hombre heterosexual.
    Tened por seguro que si Kechiche hubiera dirigido “Brokeback Mountain” o una historia de amor con dos hombres como protagonistas, ni de coña se habría recreado tanto. Es por este cúmulo de circunstancias por el que las lesbianas nos sentimos tan ofendidas: se nos reduce siempre a lo mismo, al mismo papel de objetos destinados a dar placer o morbo a la audiencia… Es curioso que las mayores alabanzas procedan, justamente, de hombres heterosexuales; las mujeres, heteros o lesbianas, la ponen bastante peor y son mucho más críticas. Será quizá porque la cosificación sexual de la mujer es algo tan enquistado en nuestra sociedad, en todos los ámbitos, lo tenemos tan admitido, que ni se permite darle la vuelta cuando alguien lo cuestiona (y entonces, de hacerlo, se nos tacha de histéricas, mojigatas o estrechas de mente, como si confundiéramos “abiertos de mente” con “necesidad de mostrar sexo explícito”) y, como siempre, se visibiliza a las lesbianas sólo para la consecución del placer masculino; se las muestra como objetos sexuales en la pantalla con la hipócrita excusa de que es necesario ver esas escenas pornográficas para entender la vida de la protagonista. Y así, la vida de Adèle se queda reducida a “La vida sexual de Adèle”. Una película fácil, vulgar, pornográfica, con todo lo que podía haber dado de sí (no se dedica apenas atención a la lucha interior de la protagonista, a los conflictos con sus padres y amigas ni la solución a los mismos, no se incide en la necesidad de una mayor visibilización y normalización, etc.)… Es verdaderamente una lástima.

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    1. Hola Paula, muy interesante tu disertación. Y la respeto. Aunque no estoy de acuerdo. Para mi la escena sexual está muy bien rodada y va más allá del morbo, depende de quien la vea, una amiga lesbiana precisamente, que también la disfrutó, me dijo que esa escena le parecía una danza, y estoy de acuerdo.

      Es bella, junto con todo el resto del filme, que es ese viaje y descubrimiento de Adele de su sexualidad y su identidad, como pocas veces se ha rodado en el cine. Y esa es su máxima virtud. Lástima que todos enseguida se enfilen a hablar de la escena sexual, porque hay escenas mucho mejores y más relevantes para recordar y sacar a la luz.

      De igual forma, gracias por tu aporte y por pasarte.

      A.S.B

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  3. Hola, yo pienso lo mismo que Paula. Esta no es más que una película plagada de tópicos facilones sobre homosexualidad con un guión naïf e inocentón en exceso que camufla sus carencias bajo toneladas de sexo explícito innecesario y planos de “visión masculina” absolutamente injustificados y que te recuerdan desde las primeras escenas que esta película de lesbianas “huele a polla” por los cuatro costados (lo que viene a decir que se nota a legua que está dirigida por un hombre). No me extraña nada que las actrices esté tan furiosas con el director; el montaje final de esas escenas de sexo roza el ridículo.
    Me acuerdo de Fucking Amal, de Lukas Moodyson, que con una película inocente sobre lesbianas, y que dura la mitad de tiempo, logra transmitir bastante más de lo que logra Adele en tres larguísimas horas.

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  4. Esta es la película más machista que he visto en mi vida... Además de ser un bodrio de película, aburridísima, interminable, deshilvanada y absurda, tiene la desfachatez de frivolizar hasta extremos increíbles con las relaciones homosexuales entre mujeres. No se la recomiendo a nadie, toda ella me parece una predecible y tópica fantasía masculina.
    Sobre ella se ha discutido mucho sobre que si no es pornográfica, que si las escenas sexuales son gratuitas o no, que la historia original fue escrita por una mujer lesbiana y un hombre heterosexual se ha encargado de degradarla (cosa en la que estoy de acuerdo), que si en realidad está mostrando la realidad de cualquier relación, no sólo homosexual, blablablá. Pues que nadie se lleve a engaño, puesto que como suele decirse, “la respuesta más obvia es siempre la correcta”: la película puede parecer pornográfica y tener escenas gratuitamente morbosas, pero ES realmente una película pornográfica y gratuitamente morbosa.

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    1. Ok. Sus opiniones negativas sobre la película son muy respetables. A mi me gustó, y tengo amigas lesbianas, a las que les ha gustado y otras a las que no... Así que supongo, que depende de la visión o perspectiva que le de cada espectador...

      Muchas gracias por pasarse y dejar su valiosos comentario!

      Saludos!
      A.S.B

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  5. ¿Por qué tantas lesbianas estamos en contra de esta película? Aquí enumeramos las razones:
    - Fomenta tópicos machistas y morbo gratuito.
    - Vulgariza impunemente la maravillosa obra original, #Elazuleselcolormascalido, de #JulieMaroh, y la sexualiza convirtiéndola en basura.
    - Reduce la imagen de las lesbianas a mera pornografía para hombres y la relación entre ellas a una frívola fantasía machista.
    - Cosifica y explota a las actrices, #LeaSeydoux y #AdeleExarchopoulos, para hacer de ellas simples objetos masturbatorios.
    - Ningunea todos los temas profundos del cómic original, así como su buen gusto y sensibilidad, sacrificando su importancia para centrarse únicamente en la explicitud de unas larguísimas escenas sexuales totalmente innecesarias para la trama.
    - Intenta convencer al espectador de que estas escenas son imprescindibles para entender la vida de la protagonista, y en cambio no se regodea ni la décima parte con las escenas de cama heterosexuales (también supuestamente importantes para entender la vida de la protagonista y su evolución).
    - Convierte la visibilización y normalización lésbica en puro morbo para voyeurs y pajilleros.
    - #AbdelatifKechiche demuestra una total falta de respeto hacia la idea original concebida por la autora.
    - Es una película mediocre premiada y alabada injustamente sólo por su reclamo sexual, sin el cual la historia no destaca por nada y habría pasado completamente desapercibida.
    - Es ofensiva para las lesbianas, utilizadas una vez más para lo mismo de siempre: la consecución del placer masculino.
    - Toma por idiota al espectador queriendo venderle una supuesta gran historia de amor que no es más que vulgar pornografía.
    - Desaprovecha un fantástico material original y lo que podía haber sido una valiosa y memorable obra de referencia queda reducida al reclamo fácil y comercial.
    - Todo lo anterior se corrobora también con las eróticas fotos promocionales y la sexualizada campaña de publicidad.

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    1. Ok, como dije anteriormente:

      Ok. Sus opiniones negativas sobre la película son muy respetables. A mi me gustó, y tengo amigas lesbianas, a las que les ha gustado y otras a las que no... Así que supongo, que depende de la visión o perspectiva que le de cada espectador...

      Muchas gracias por pasarse y dejar su valiosos comentario!

      Saludos!
      A.S.B

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