La
pareja de directores de esa pequeña joya del 2006 llamada “Little Miss Sunshine”,
han vuelto con un nuevo trabajo, una nueva comedia que en esta ocasión es
acompañada por el romance y el drama. Se acaban de apuntar otra pequeña joya
del cine independiente de los Estados Unidos. Tal vez no posea la fuerza de su
anterior trabajo, pero sin duda han hecho un trabajo limpio, tierno, un poco
más que interesante y conmovedor.
Con un
guión escrito por Zoe Kazan, quien a la vez protagoniza al filme junto con su
novio en la vida real Paul Dano, el filme cuenta la historia de Calvin Weir-Fields,
un joven escritor que alcanzó la fama y el reconocimiento a muy temprana edad,
al haber escrito en su primera publicación una gran novela. Calvin
posteriormente pasa por una etapa de sequía de creatividad que le impide
escribir, que junto con su fracaso en el amor le hace caer en una gran
depresión. Hasta que con ayuda de su psiquiatra logra continuar escribiendo y
crear un personaje femenino que idealiza a su mujer ideal: Ruby. El experimento
sale tan bien que Ruby trasciende de la ficción y se materializa en la vida real
de Calvin, llevándolo a un estado de alerta, pero que luego tratar de sobrellevar.
Calvin
pronto se da cuenta de que puede modificar el comportamiento y el libre
albedrío de Ruby sólo con escribirlo. Algo que al inicio trata de evitar porque
la considera perfecta, pero con el tiempo cambia de parecer. Así que en
definitiva, el filme además de contar con ese toque de fantástico y de ficción,
es un retrato que trata de profundizar sobre la complejidad de las relaciones
de pareja y las ideas del amor. Además de brindar una visión a la difícil y
tormentosa pero placentera actividad del ser escritor.
El argumento
no es completamente nuevo, hemos visto muchas películas sobre escritores y sus
momentos de depresión que les impide escribir. Pero el filme va mucho más allá,
trasciende la realidad y la mezcla con la ficción, como en esa película del
2006 protagonizada por Will Ferrell “Más extraño que la ficción” del siempre
destacable Marc Forster; en donde además el protagonista también es un
escritor, pero que en esta oportunidad trata de buscar la forma de matar a su
personaje principal que se ha salido de la ficción. Esa es la película que más
me recuerda a este nuevo experimento escrito por Kazan.
Pero a
pesar de no resultar 100% original, la película tiene vida propia, posee
carisma, el guión está muy sobresaliente con diálogos muy buenos y algunas
frases brillantes. Parte del éxito del filme, es esa química natural entre sus
dos protagonistas (que son pareja en la vida real). Dano y Kazan, rebosan
naturalidad, carisma, recuerdan mucho a esa entrañable pareja de Joseph
Gordon-Levitt y Zooey Deschanel en “500 días juntos”. Realmente están muy bien
en sus papeles, Dano interpretando a ese escritor solitario y que piensa sólo
en sí mismo, y Kazan interpretando a la chica de sus sueños, que cambia según
su voluntad. Los secundarios en realidad no brillan mucho, pero cumplen cada
vez que salen en sus respectivos papeles, algunos un poco prescindibles.
En síntesis,
en una comedia romántica mucho mejor que el promedio, te lleva desde la alegría
y el romance hasta el drama. Hay escenas tiernas, otras nostálgicas, otras
divertidas, otras conmovedoras, algunas realmente dramáticas y con alta tensión,
y entre todas van hilando este filme que me ha resultado muy encantador. Recomendada
para ver una de las primeras joyas del cine independiente que he visto este
año, así como el año pasado lo fue “Like Crazy”, entre otras. El final a
algunos les parecerá rosa, pero yo veo un signo de interrogación con puntos
suspensivos.
7.5/10
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