Páginas

jueves, 28 de junio de 2012

Belle de Jour (Luis Buñuel)


Justo cuando me quejaba de falta de profundidad de un libro que acababa de leer hace poco sobre temas eróticos y con tendencias al sadomasoquismo, me encuentro con el visionado de esta película del gran Buñuel, un maestro indiscutible del séptimo arte. He quedado abrumado y maravillado al mismo tiempo. Esta película era una de las que me faltaba por ver de Buñuel, y no me imaginaba que me estuviera perdiendo tanto. Sigo sorprendiéndome de la casi perfección de la filmografía completa de este director. La película estrenada en 1967, y ganadora del León de Oro a Mejor Película en el Festival de Venecia, es sin duda una obra de gran calidad.

En esta ocasión Buñuel nos cuenta la historia de Sévérine, una joven de 23 años casada con atractivo cirujano. Llevan una vida monótona, superficialmente un perfecto retrato de una pareja burguesa. Sévérine, un día llevada por la curiosidad y por ausencias en su vida conyugal decide visitar una casa de citas, en donde descubre el mundo de la prostitución diurna, en donde se hace llamar “Belle de Jour” como la Flor de Día, que se oculta en la noche. Ella poco a poco se va acostumbrando y va descubriendo que su nueva actividad la satisface, por lo que su relación con su marido mejora notablemente. Pronto se presentarán diversos problemas, la aparición de un joven ladrón que se enamora de ella y el descubrimiento de un conocido de su esposo cuando se encontraba trabajando en la casa de citas. Todo desembocará en un “desenlace” digno de Buñuel, que más que respuestas dejará muchas preguntas, y al espectador cavilando en sus pensamientos durante un tiempo.

Comentar y analizar el filme con un solo visionado me parece un poco arbitrario, porque durante todo el filme son latentes y visibles muchos simbolismos, escenas, objetos con gran importancia y significado, que se encuentran delicadamente inmersos en el filme de forma sugerente y aparentemente superficial. Pero todos esos pequeños detalles son de gran importancia. Creo haber captado algunos de ellos, pero sin duda es uno de esos filmes que irán ganando con cada nuevo visionado.

La dirección de Buñuel, desde que inicial el filme se hace presente, con tomas magistrales, su prodigioso manejo de la cámara, el uso de la luz, la creación de una atmósfera, los sonidos, tanto los naturales de un carruaje, como los simbólicos, en donde escuchamos recurrentemente ese sonido de cascabel que tiene su propio significado. Aparentemente la película inicia con un sueño, y hay que estar muy pendientes en los momentos en donde volvemos a escuchar esos sonidos y sobre todo en el final, donde parece que volvemos a revivir el inicio. Y allí Buñuel deja su marca surrealista, ¿todo lo que acabamos de ver es un sueño? ¿Durante todo el metraje hemos asistido a un paseo por los más oscuros deseos de una joven mujer burguesa insatisfecha y traumada? Son preguntas que el espectador se hará y lo dejarán pensando, y si no se las ha hecho, es mejor que se las planteé.

Precisamente, porque poco a poco vamos detectando temas recurrentes del director, como es su crítica a la burguesía, en esta ocasión como blanco perfecto escogió a esta joven pareja aparentemente feliz por tenerlo todo, pero con muchos secretos y deseos reprimidos de fondo. Además del tema de la burguesía, el surrealismo que se hace presente en algunas de las escenas, junto con los constantes pensamientos oníricos de la bella esposa.

Continuando con el sonido de los cascabeles, podemos verlos en algunas de las escenas más importantes, como su fugaz encuentro con el hombre asiático que al parecer es un hombre burdo que guarda una misteriosa caja y porta un pequeño cascabel en su mano. El sonido del cascabel continúa además del inicio y el final, en otra escena central donde tiene un encuentro con un conde con gustos un poco extraños. El significado de este sonido, además de la referencia onírica, parece ser una alusión o un punto de conexión entre los deseos profundos y reprimidos de Sévérine y la realidad.

Y es esa parte, los deseos y pensamientos de Sévérine lo que abarcan gran parte del filme. Ella es presentada como una mujer fría, traumada, temerosa, desdichada e insatisfecha, a pesar de tenerlo todo. Sus traumas se atisban con unos recurrentes flashbacks en donde al parecer fue abusada de niña por mayores. Estos flashbacks se mezclan con esos sueños en donde imagina relaciones sadomasoquistas, en donde le infringen daño y la someten. Algo que al parecer, necesita por sus propios fantasmas, y que no es capaz de pedirle a su esposo, tal vez por la pasividad y desatención de este. Sin embargo, lo ama, porque le brinda seguridad. Su incursión en la prostitución, representa una vía de escape, un medio para superar sus temores o encontrar esa satisfacción que no encuentra en su aparentemente perfecto esposo.

Además de la dirección de Buñuel, que es fantástica como mencioné anteriormente, la fotografía es excelente, el montaje, el guión (del mismo Buñuel) que se amolda de buena forma a la estructura e intención del director, y las actuaciones. Sévérine es interpretada magistralmente por una joven y hermosa Catherine Deneuve, que personifica y trasmite con gran destreza cada uno de los aspectos psicológicos a los que se enfrenta en todo el filme. El espectador alcanza a involucrarse con ella, sentir su indecisión, sus deseos, su búsqueda, su satisfacción y absolutamente todo lo que vive y siente durante el filme. Jean Sorel interpreta muy bien, de forma correcta a Pierre Serizy, el esposo calmado de Sévérine. Michel Piccoli también está excelente en su papel del señor Husson. Geneviéve Page, también esta excelente como Madame Anais. Y Pierre Clémenti como Marcel, el ladrón obsesionado con Sévérine, también está excelente, como el resto del reparto.

En síntesis, un filme de excelente calidad, Buñuel en estado puro. Un filme para digerirlo lentamente, reflexionar y volver a verlo. Creo que el único “pero” que me impide catalogarlo de obra maestra y de colocarle un 10, es un aparente descuido en la historia de los dos ladrones, que es justificada, pero sentí en un momento (tal vez equivocadamente) que le quitó un poco de fuerza o me hubiese gustado mayor desarrollo. Pero del resto, un excelente filme que engrosa el excelente portafolio de uno de los mayores genios del séptimo arte.

9/10


Trailer de Belle de Jour

Frases de la película










5 comentarios:

  1. Felicitaciones por tan buena crítica. Creo que no se te queda nada por fuera. El silencio que quedó en el ambiente cuando acabó la película. No era de duda ni de desconcierto, era mucho más era de respeto!! que buen film.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ili. Y si, también creo que pudo ser de gran respeto. Ese que sólo generar las obras maestras. Y esa sensación de haber visto CINE de verdad. Saludos

      Eliminar
  2. Es un filme que tengo en Dvd, Buñuel es un cineasta muy interesante, la cinta me hizo recordar un poco a guilty of romance de Sion Sono en que una mujer casada con un hombre respetable y convencional decide prostituirse pero lo hace lentamente hasta llegar a descarriarse, desnudando la hipocresía de su ambiente, aunque Sono termina siendo algo desquiciado en su trama. Me gusta de este filme de Buñuel su surrealismo y esa duda que genera en la trama. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Así es Sofía! Una gran obra, como todo lo del gran Buñuel!

    Saludos y gracias por pasarte!
    A.S.B

    ResponderEliminar