Hace poco tuve la fortuna de ver el último filme de Martin Scorsese. Honestamente, confieso que tenía algunos prejuicios: ¿Martin Scorsese en una película de aventuras y de cine para toda la familia?? El mismo director de “Los Infiltrados”, “Taxi Driver”, “Goodfellas”, “Gangs of new york” etc. Es cierto que ha variado de género, ingresando al Drama romántico con “La edad de la inocencia” y su último gran atrevimiento con el inmenso e infravalorado Thriller: “La Isla Siniestra”. Pero no me lo imaginaba narrando una historia apta para toda la familia, y menos una adaptación de un libro “infantil”. Otro de los prejuicios, era que con los Trailers, me imaginaba “otra película de navidad”, y cosas por el estilo. Lo que si estaba seguro, era que iba a ver una película bonita. Pero, ¡oh sorpresa! me llevado en cada uno de esos 127 minutos de duración. Scorsese ha alcanzado la maestría y se consolida como uno de los directores más completos y grandes del cine (que ya lo era, pero lo ha confirmado aún más).
La primera impresión que tuve luego de ver “Hugo”, fue de gran impresión y asombro. Desde la maravillosa “Cinema Paradiso” de Giuseppe Tornatore, no veía a una película que le hiciera un homenaje tan hermoso al cine. “Hugo” es basado en el libro de Brian Selznick “La Invención de Hugo Cabret”, que narra la historia de un niño huérfano, relojero y ladrón, en los años 30, llamado Hugo. Vive escondido en una estación parisina de ferrocarriles. Hugo posee un viejo robot o “autómata”, heredado de su padre, que guarda un mensaje muy importante para Hugo. Es por esto, que se enfrasca en una aventura junto con una chica amante de los libros, para averiguar el secreto del autómata, donde un viejo y amargado juguetero participará en esta increíble aventura.
“Hugo” es visualmente hermosa y brillante, Scorsese nos sumerge en una fantasía en el París de los años 30, con muchas tomas y escenas estremecedoras, que nos llevan a recordar ese cine clásico. Pero el homenaje al cine clásico no solamente se encuentra en la escenificación, sino en el argumento del guión, que es sencillo pero brillante. Ya que recordamos los inicios del cine, con uno de los pioneros del séptimo arte: Georges Méliés. Este cruce de historias (del que no hablaré ni daré más detalles, es genial).
Es una historia muy sencilla, no tiene grandes pretensiones argumentales, y no lo necesita. En su sencillez, y con la maestría de Scorsese en sus tomas y la habilidad de trabajar con detalle cada toma, te hace maravillar en todo momento. Disfruté muchas escenas, algunas en donde experimentamos la emoción de los protagonistas al visionar el cine, etc. Y gran parte de este crédito lo merecen los dos niños protagonistas: Hugo (Asa Butterfield), el niño que vimos en “El niño con el pijamas de rayas”, desborda encanto, naturalidad y ternura. Y su compañera aventurera, interpretada por esta talentosa Chloe Moretz (Kick Ass, Let me in – Versión USA), quien también trasmite seguridad a la trama. Además de ellos, el gran Ben Kingsley y Sacha Baron Cohen (que estará interpretando en una próxima película a Freddie Mercury), hacen unos papeles destacados.
A mí me gustó muchísimo, creo que es una obra de arte de Scorsese, quien logra valorizar increíblemente la historia. Espero verla muy pronto el cine, ya que la experiencia será mayor y completa. Además de todas su virtudes técnicas y artísticas, un homenaje al cine, tanto el de los inicios como al moderno, porque algo invariable en el cine, así como en todas las artes es el despertar emociones al ser humano. Acercarlos a su propia naturaleza y humanidad, algunas veces con buenos resultados, otras veces aterradores. No podemos pedirle más drama o un final infeliz, porque es cine clásico puro, pero muy bien hecho.
“Hugo”, una película que no pasará al olvido muy fácilmente, al contrario está destinada a convertirse en un clásico. A eso mismo que hace homenaje. Sin duda uno de los filmes más conmovedores que he visto en el año.
8.5/10
Trailer de "Hugo"
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