“Hunger” es una película del 2008, del director Steve McQueen. De hecho, es la primera película del director, su opera prima, por la que ganó en Cannes la “Cámara de Oro” a la Mejor Opera Prima. En esta película McQueen trabajaría por primera vez con el actor Michael Fassbender, quien protagoniza la cinta.
Recuerdo a “Hunger” en estos momentos, porque este año se estrenó en el Festival de Venecia, la película “Shame”, del mismo director McQueen (su segunda película), nuevamente con Fassbender de protagonista. Aún no he visto “Shame”, pero está en mi lista de “Pendientes por Ver”, desde hace mucho. Por lo tanto, quiero que este comentario sea un preámbulo del próximo comentario de “Shame”. Vale aclarar también, que para el próximo año ya se ha anunciado un nuevo trabajo entre estos dos, que llevará de nombre: “12 Years a Slave”, que será la tercera película de McQueen.
Bueno, en esta ocasión “Hunger”. El filme narra la historia real de Bobby Sands y describe la vida de él y otros presos en la Maze Prision, una prisión de máxima seguridad donde Sands fue internado por su participación y difusión de la huelga de hambre de IRA (Ejército Republicano Irlandés).
Aunque este es el contexto y la base de fondo de la historia, la película ahonda en los confines de la prisión y los malos tratos que reciben los internos, así como el deterioro físico de los mismos, sobre todo de Bobby, quien mantiene hasta el final su huelga.
La película tiene muchos aspectos curiosos e interesantes, la ausencia de diálogos, reemplazada por varios planos que describen a la perfección todo lo que ocurre en el exterior y en el interior de cada personaje. El diálogo más intenso, es el único que dura alrededor de 15 minutos seguidos, con una intensa conversación entre Bobby y un sacerdote. Hay muchas escenas chocantes, por lo crueles que pueden llegar a ser. Sin embargo, es admirable la habilidad de McQueen de escapar de convencionalismos del género carcelarios e inmiscuirse en el interior del alma del personaje, e ir mostrando una sincronización en el deterioro físico, junto con las pésimas condiciones de su propia cárcel, llega a convertirse en el lugar donde está recluido, pero con su ideal limpio y firme en su interior. En ese aspecto, me parece muy interesante la simbología que utiliza el director con varios detalles minúsculos pero de significado enorme.
La actuación de Fassbender es real y muy bien lograda. Logra trasmitir con creces todo lo que sufre y piensa. Facilita la labor de McQueen y la fortalece. Igualmente son excelentes esos enormes silencios, en donde normalmente estamos acostumbrados a escuchar música o una melodía acorde, pero en esta, las imágenes son lo suficientemente fuertes para equilibrar la ausencia de sonidos. Creo que es una sensación que pueda chocar y sorprender al mismo tiempo.
Es una película con detalles, de esos que hay que estar pendientes, porque en todo momentos nos están mostrando y diciendo algo.
En síntesis, una notable cinta, sobre todo al ser una ópera prima, un gran logro, y con el tiempo será posiblemente una obra de culto.
7.5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario