Observé la película de Mike Mills hace poco, y mi primera reacción fue que estaba frente a una verdadera joya. Aún no he visto otras películas Indies de la temporada como Like Crazy, pero hasta ahora es la mejor indie que he visto en el año.
La película de Mills es sencilla, sutil y a la vez poderosa. Una historia sobre emociones reprimidas, oportunidades pérdidas, entre otras emociones que evalúan distintos puntos de vista sobre las relaciones. El guión, escrito por Mills (según, basado en su propia experiencia), es muy cuidado y brillante.
Bueno, Begginers cuenta la historia de Oliver, un hombre joven interpretado por Ewan McGregor, que llega a un momento trágico emocionalmente de su vida que se replantea sus relaciones amorosas, a partir de la confesión de su padre Hal. Un hombre de 71 años, interpretado brillantemente por Christopher Plummer, que tuvo un matrimonio de 38 años casado con la madre de Oliver. Luego de la muerte de su esposa, Hal le confiesa a su hijo dos cosas: que tiene cáncer, y que es gay y tiene un amante más joven.
La película se desarrolla en dos tiempos. En el pasado, representado en los recuerdos que tiene constantemente Oliver de su padre, desde su confesión, hasta sus constantes actividades con su nueva actitud. Y en el presente, con Oliver enfrentando la muerte de su padre, y al principio cerrándose a la posibilidad de cualquier relación, por la farsa que mantuvieron sus padres por 38 años. Claramente, observamos la explicación de su padre a esta situación, que resulta muy interesante, eran otros tiempos (que aún hoy en día persisten). Pero todo esto lleva a Oliver a eliminar cualquier posibilidad de una relación duradera. Hasta que conoce a Anna en una fiesta, quien tiene una entrada impactante en la película, con un disfraz que le impide hablar y se comunica con Oliver (que se disfraza de Freud) por papeles. Oliver asiste a la fiesta con el adorable canino que pertenecía a su padre.
Las actuaciones son una parte muy destaca del filme, Ewan McGregor está excelente, trasmitiendo bastante. Mélanie Laurent, está perfecta. Me encantó desde el momento que apareció, su naturalidad es impactante. Ambos hacen una excelente pareja en el filme. Y el padre de Olivar, Hal, interpretado por Christopher Plummer, quien hace posiblemente el mejor papel de su carrera, es simplemente genial.
En síntesis, es un filme brillante, muy humano, con diversas reflexiones que no dejan indiferente al espectador. Muy recomendada, a mí me ha gustado mucho. Constantemente observamos comparaciones entre la relación de Hal y su esposa y Oliver y Anna. La relación del padre de Hal había sido fundamental para su restricción de emocional, y a la vez le sirvió de inspiración con ayuda de Anna para vencer ciertos paradigmas. Al final hay una pequeña luz de esperanza (sin pasteladas), dentro de la cargante melancolía que mantiene el filme, con sus pequeños y sutiles toques de comedia. Una excelente comedia dramática.
8/10
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