viernes, 30 de octubre de 2015

¡Qué viva la música! (Carlos Moreno)


Carlos Moreno



Tuve la oportunidad de ir al pre-lanzamiento de "Qué viva la musica", la adaptación de la novela icónica de Andrés Caicedo. Las expectativas estaban bajas, luego de las críticas generadas tras su estreno en Sundance, pero aún mantenía cierta curiosidad sobre el proyecto, en especial por su director. Carlos Moreno, autor de películas como “Perro come perro”, “Todos tus muertos”, “El cartel de los sapos” y series como “Escobar, el patrón del mal”, entre otras. Como vemos, un director con mucha experiencia, y que además forma parte de una generación tanto en el cine y la televisión colombiana, que como comenté en un post anterior, gracias al formato de series, se ha avanzado un poco en el cuidado del aspecto técnico en las películas, entre otros detalles que antes no parecían tener importancia en la concepción de un proyecto cinematográfico.



Paulina Dávila



La película me pareció un experimento con buenas intenciones; tiene momentos en que captura la esencia de la novela y su poesía, que no duda en agregar fragmentos de la novela, que recordemos un relato en primera persona, de la voz de María del Carmen, ese personaje antológico y hermoso, creación de la pluma de Andrés Caicedo. Paulina Dávila, es la actriz encargada de dar vida a María del Carmen, la rubia, rubísima, tan rubia que le dicen mona. Aunque la escogencia de la actriz ha despertado cierta polémica desde sus inicios, por no ser rubia natural, por según no saber actuar, para los que la vieron en su estreno, etc. Para mí, logra hacer un trabajo muy meritorio, logrando meterse en la piel de María del Carmen, e ir acorde al ritmo en que la misma película lleva al personaje. Me sorprendió gratamente. Así como los otros personajes del reparto, que también me parecen bien caracterizados, desde Rubén, Bárbaro, Mariangela, Ricardito, etc. 


Alejandra Ávila


Cali, la otra protagonista de la novela, también es retratada y expuesta en su magnitud, en esas dos o tres caras que explora Caicedo, la Cali nocturna de alta sociedad de los 70, con las fiestas de jóvenes llena de sexo, drogas y rock; así como la Cali popular, de los barrios y de los campos, llena de salsa. En esta parte, tan importante en la novela, como es la travesía por la ciudad, dando vida a una ciudad; la película logra también en muchos momentos por medio de las imágenes, dar protagonismo respectivo a la ciudad. Que si revisamos nuestra filmografía, es algo ciertamente novedoso en explorarse. Y aquí podemos atisbar en los objetivos o inclinaciones del autor, Andrés Caicedo, un reconocido cinéfilo y amante del séptimo arte, que seguramente en su proceso creativo, al escribir también observaba las imágenes que pasaban por su cabeza. 



Paulina Dávila

Paulina Dávila



A pesar de esos buenos momentos y prometedor inicio, el filme no se mantiene, no logra una estructura general sólida, que trata de tomar licencias por el carácter psicodélico de la historia. Si bien, en una adaptación no se puede abracar todos los detalles de una obra, que es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el guionista; siempre he encontrado cierta efectividad en ese proceso, en la inmortalización de los momentos, que aceleran la trama sino que se detienen en un momento que da universalidad a la obra en sí. Y es quizás eso lo que me faltó en la película, que como mencioné lo logra por momentos, pero no es una sensación permanente. Ahora bien, aléjandonos de las comparaciones con el libro, podemos observar una película curiosa, llamativa, alegre y vibrante, pero la sensación de falta algo, permanece. Así como la sensación de que pudo haber sido algo mejor. Sin embargo, es una película que se deja ver, me parece buena, y en su propuesta presenta detalles novedosos en el cine colombiano, que reafirma este año de oro que se está viviendo. Por eso, recomiendo a todos a que la vayan a ver, para los amantes y no amantes de la obra de Andrés.


6.5/10


Trailer de ¡Qué viva la música!










Que viva la música

Alejandro Salgado nos cuenta como ve la ultima película de Carlos Moreno, inspirada en la novela de Andres Caicedo.

Posted by Cineclub Lumieré Cartagena on jueves, 29 de octubre de 2015

miércoles, 28 de octubre de 2015

Crímenes (Ferdinand von Schirach)

Ferdinand von Schirach



Acabo de terminar hace poco esta recopilación de relatos, “cuentos” o experiencias testimoniales, que a la vez fue la ópera prima del escritor, abogado y jurista alemán Ferdinand von Schirach. Publicado por primera vez en el 2009, alcanzó un enorme éxito en ventas y crítica, que llevó a que los derechos fueran comprados en más de 30 países, y en el año 2011 saliese la primera edición en español. 

Schirach, quien es un reconocido abogado defensor penalista en su país, teniendo bajo de poder casos muy conocidos, en esta primera obra comparte con los lectores a través de 11 relatos, casos reales en los cuales trabajó y se enfrentó a diversos dilemas, tan frecuentes en su profesión, donde palabras como culpa, verdad y realidad, se presentan tan complejas en los distintos casos, que ponen a reflexionar al lector sobre el problema de la perspectiva y la moral.  

La mayoría de las cosas son complicadas, y la culpabilidad es siempre un asunto peliagudo, es una de las frases introductorias expuestas en el prólogo, donde el autor cuenta sobre su profesión y su tío, un juez quien le inspiró a formarse en el derecho, quien al mismo tiempo representó un enigma en su vida, una prueba de que las cosas no siempre son como se ven. 

La realidad de la que podemos hablar jamás es la realidad en sí (Werner K. Heisenberg), una frase del físico alemán, que también se encuentra en la parte introductoria del libro.  

Con una prosa sencilla, técnica y casi parca, con una estructura definida parcialmente, en forma de exposición de un caso, el autor logra dotar estos elementos, con descripciones precisas y distintos matices que dan ritmo, intriga e incluso alma a cada uno de esos relatos y sus personajes, que si tienen una particularidad, es su normalidad. Personas que se ven expuestas o necesitadas a actuar de acuerdo a las circunstancias que se le presentan. Historias que danzan entre el bien y el mal, entre contrastes, que ponen en evidencia la fragilidad del ser humano y su persona.

Todos los relatos, a pesar de tener una estructura prestablecida en la forma de exposición, varían en su contenido y tienen elementos distintivos, que permiten al lector disfrutar, sorprenderse, conmoverse, indignarse y ponerse en los zapatos de cada uno de los personajes. Desde “Fähner”, el primer relato, uno de los más sólidos y un estupendo inicio donde se analiza el sentido del castigo y la culpa; “El cuento de té de Tanata”, sobre un grupo de jóvenes que organizan un robo con resultados inesperados; pasando por “El violonchelo”, un relato trágico familiar; “El erizo”, un relato más ligero y curioso, donde también se aborda un drama familiar, y la realidad de que uno no escoge la cuna en que nace; “Suerte”, otro relato interesante que aborda uno de los temas que para el autor define el curso de muchos casos, la suerte, en especial cuando los casos se basas en evidencias probatorias; “Summertime”, un relato de precisión y detalle, con un trasfondo de celos y venganza; “Legítima defensa”, sobre un caso misterioso de defensa propia; luego vienen dos de los más flojos, pero que no dejan de ser interesantes, que son “Verde” y “La espina”, para rematar con broche de oro con dos de los mejores: “Amor”, un escalofriante breve relato sobre los límites del amor y la cordura, y “El etíope”, sin dudas el más conmovedor de todos los relatos, un hombre golpeado por la vida que finalmente encuentra la paz, luego de cometer un leve delito, que cobrará importancia en su futuro. 

Como se observa, es una montaña rusa de emociones, casos para analizar y reflexionar, que confrontan al lector con la realidad y consigo mismo y las percepciones que tiene sobre algunos temas. También es interesante que cada caso haya sido un caso real al que el autor y abogado se enfrentó, y que lo ha llevado a ponerse en los zapatos de cada uno de sus defendidos, quienes muchos de ellos son seres humanos que en su momento no encontraron una mejor opción. Esas historias y testimonios de personas reales, son los protagonistas de estos relatos. Que por supuesto, recomiendo enormemente.  


8.5/10



jueves, 22 de octubre de 2015

Siempreviva (Klych López)

Klych López



Muy interesante hallazgo en la cartelera nacional. 30 años después de los terribles y lamentables acontecimientos en el Palacio de Justicia, han salido varias propuestas y reflexiones a través de la pantalla grande. "Siempreviva" relata la historia de trasfondo de una de las víctimas colaterales de ese terrible día, centrándose en la vida en su hogar, un inquilinato donde convivía con su hermano, su madre y diversos vecinos e inquilinos. 




Laura García



En una técnica poco usada en el cine nacional como el plano secuencia, es el elegido para narrar la mayor parte de la historia dentro de ese pequeño espacio, que recuerda los orígenes teatrales de la obra, antes y después de los acontecimientos. Si bien la película utiliza recursos que no son novedades en el cine mundial, si es meritorio que siguiendo la buena racha del cine nacional, se sigan explorando por primera vez el uso estos recursos para narrar nuestras historias. Es la única forma en que podemos seguir avanzando. 




Andrés Parra



Además de la parte técnico, brillan los actores, que son exigidos por la misma estructura narrativa de la grabación. Y me alegra que cada vez más el cine colombiano se aleje den formato telenovela, y creo que parte de ello se debe a las series de calidad que han salido. Mucho más cercanas al género cinematográfico. Prueba de ello, el director del presente filme, Klych López, que fue el mismo que se encargó de la serie, "La ronca de oro". 




Enrrique Carriazo



A pesar de todo esto, me parece que es una película con buenas intenciones e interesante propuesta, pero que como película tiene pequeños puntos negros. Algunos problemas de edición y guión, que no permiten dar un centro y mayor eficacia a la historia. Pero me parece muy importante como ejercicio de memoria histórica, en especial para jóvenes como yo, que no habíamos nacido cuando ocurrieron estos hechos, y conocemos historias fragmentadas y difusas de los hechos ocurridos, que aún hoy en día no pertenecen a la historia oficial del país, por las dudas presentes y más vivas que nunca y las investigaciones en proceso. Y en casos como estos, donde los medios de comunicación y la misma historia local carecen de veracidad y rigor, el cine, la literatura y el arte en general, se transforman en grandes fuentes de reflexión, pensamiento y debate. No dejen de verla, vale la pena.


7/10



Trailer de Siempreviva






Andrés Parra



Andrea Gómez



Crítica sobre la película Siempreviva

domingo, 11 de octubre de 2015

Para acabar con Eddy Bellegueule (Édouard Louis)

Édouard Louis



Primera novela del joven escritor francés Édouard Louis, antes Eddy Bellegueule. La novela autobiográfica publicada por primera vez en Francia en el 2014, se convirtió rápidamente en un éxito inesperado, generando revuelo y polémica por su contenido, que ponía en evidencia un problema en el que Francia parecía haber avanzado… la discriminación y la intolerancia desde una perspectiva general, pasando por la xenofobia, hasta el caso particular de Louis, su experiencia como un niño, adolescente y joven, creciendo en un pequeño pueblo de Francia, donde ser diferentes a los estereotipos masculinos establecidos, y más específicamente, ser homosexual, era o es una terrible marca de por vida. 

La novela debido a su enorme éxito ha sido traducida, y en este 2015 ha salido la edición en español gracias a la editorial Salamandra. Édouard Louis tiene actualmente 22 años y disfruta del éxito en la crítica y el público de su obra testimonial. 

En la contraportada del libro se puede observar el siguiente fragmento:

“La verdad es que la rebelión contra mis padres, contra la pobreza, contra mi clase social, su racismo, su violencia, sus atavismos, fue algo secundario. Porque, antes de que me alzara contra el mundo de mi infancia, el mundo de mi infancia se había alzado contra mí. Para mi familia y los demás, me había convertido en una fuente de vergüenza, incluso de repulsión. No tuve otra opción que la huida. Este libro es un intento de comprenderla”. (Édouard Louis)

Me interesé en el libro por primera vez, desde que lo vi en uno de los boletines que me llegan sobre las novedades literarias, por su contenido, las críticas, comentarios de algunos lectores, y la juventud del autor. El libro que tiene casi 200 páginas, lo leí en pocas horas, es totalmente narrado en primera persona, un libro testimonial dividido en dos partes: La primera, situado a finales de la década de 1990 y principios de la década del 2000; y la segunda, que lleva como título de cabecera, “El fracaso y la huida”. 

En la primera parte, Louis habla del entorno del pueblo donde creció, su infancia, la familia, historias del pueblo, retrato del padre, retrato de la madre (que son literalmente algunos de los subtítulos) y la terrible vida en el colegio. En esta parte, nos cuenta y nos describe ese mundo donde creció. Como un pequeño lleno de dudas y confundido, con actitudes naturales y propias que no deberían ser las de un hombre, como el excesivo movimiento de manos, voz muy fina, la forma de caminar, en fin como él mismo lo menciona, un chico amanerado. Y como este le generaba conflictos con todo ese entorno que al inicio describe, el pueblo, las personas, su familia y en el colegio, donde recibía abusos y violencia de todo tipo. Me parece interesante desde el análisis y el punta de vista psicológico, porque se hacen evidentes distintos tipos de violencia y discriminación, desde distintas perspectivas y entornos. Y sientes el dolor del autor en cada una de sus descripciones, que describen de forma muy específica y violenta los acontecimientos, pero la descripción no es tan fuerte por lo que describe, sino por la forma en que el abusado lo cuenta, porque te das cuenta de todo lo que se siente y experimenta ser discriminado desde cualquier punto de vista. En la segunda parte, que me pareció impresionante, por la fortaleza y la valentía del autor en contar lo que cuenta, las luchas consigo mismo, distintas experiencias y hechos que ocurren, y que siguen marcando de por vida su terrible experiencia en ese pueblo, sus dudas, su ignorancia y no entender el comportamiento de algunas personas. 

Confieso que al iniciar a leerlo me encontraba un poco escéptico, porque desde el punto de vista literario, el lenguaje es muy sencillo, incluso muy real, al utilizar palabras y frases usadas por las personas de su pueblo, sin maquillarlas y transformarlas literariamente, y que como se imaginarán en la traducción del Español, te quedan algunas palabras muy reales también del español de España… Pero eso no tuvo ninguna relevancia al final. La historia poco a poco te va atrapando, te sienten leyendo una carta o confesión del propio autor para ti, y ese lenguaje tan realista, que sigue hasta el final, poco a poco aumenta de intensidad de la mano de la narración de los acontecimientos del autor… Y te das cuenta, al menos yo lo sentí, que aunque quizás no haya una construcción literaria con distintos elementos académicos, sientes que lo que lees, no viene de una imaginación y una construcción fantasiosa, sino que lo que estás leyendo es real, es violento y tiene la poesía, la belleza y el dolor, que sólo puede ser producto de un alma atormentada y adolorida. Y es tan poderoso, que traspasa al lector y hace que entendamos y nos pongamos en los zapatos de Eddy. 

Esta última parte impresiona y la entiende más el lector, cuando se entera, que el pequeño Eddy leyó su primer libro a los 18 años, cuando ya se había ido de la casa y de su pueblo; porque leer y cualquier manifestación artística era algo no muy bien visto por la sociedad donde creció, y sobre todo que lo hiciese un hombre. 

Por esto, es muy admirable el trabajo de Louis, este ejercicio catártico que le permitió liberar o exponer algunos de sus demonios, y en especial dejarnos conocer su enorme talento literario… ese que es natural y que no todo el mundo es capaz de expresar; en especial, de la forma tan poderosa como él lo hace. El lector puede estar seguro que recibirá distintos golpes en la lectura, y que como pocas veces se ve, que tiene el acceso al alma de una persona. 

Y como el mismo Louis se encarga de anunciar, de que al final escapa de esa vida, de su familia, del colegio y del pueblo. Ese escape no es de la forma en que nos imaginamos, y tampoco que crea el lector que es la típica historia de superación y escape a una nueva vida… En este caso, Louis es brutal, escapa de la redención y más que luz te da un golpe con la realidad, porque hay ocasiones que las luchas son continuas o eternas, y lo importantes es encontrar la fortaleza para seguir adelante, y poco a poco ir canalizando los demonios… y este libro, es simplemente el ejemplo de eso. Y es algo que puede iniciar, incluso con el cambio de nombre, como el autor lo hizo, tratar de acabar con Eddy Bellegueule, un nombre que representaba su pasado y todos sus males, del que seguro no podrá escapar, porque hace parte de lo que es, pero que puede ayudar a transformar, como ya lo está haciendo, en el escritor Édouard Louis. Muy recomendado. 

8.5/10


Entrevista con Édouard Louis





viernes, 9 de octubre de 2015

Sólo una luz de agua (Pablo Montoya)

Pablo Montoya



Luego de leer “Tríptico de la Infamia” de Pablo Montoya, y escucharlo en diversos foros, vídeos y discursos, quedé fascinado con su narrativa y todo su proceso creador. Un día me encontré con un libro muy pequeño, de una bella edición de Tragaluz Editores, con ilustraciones muy bellas extraídas de la obra de Giotto di Bondone, uno de los protagonistas de la obra. El pequeño libro tenía por título, “Sólo una luz de agua”. Luego de leer la contraportada quedé intrigado y decidí comprarlo: 

A finales del siglo XIII, Giotto, artista precursor del Renacimiento italiano, pintó veintiocho frescos inspirado en la vida de san Francisco de Asís. En este libro, Pablo Montoya contempla la mudez de esas imágenes y la recrea en palabras. Una prosa breve y poética, acompañada con un detalle de cada pintura, cuenta la historia de Francisco, un hombre que encontró la divinidad cruzándose con el dolor, la miseria, el sufrimiento, el gozo y la belleza”.

Francisco de Asís, el hombre, es el personaje central de este texto; Giotto y sus 28 pinturas del santo, la inspiración; y la Edad Media, su atmósfera.

Pero si no es Dios el que nos habla en Giotto, ¿quién es entonces? Es, creo, el impulso donde las manos, las del pintor y las del poeta, definen el fundamento del hombre. Y lo fundamental del hombre no corresponde a Dios. Corresponde especialmente a lo humano. Y, sobre todo, al diálogo que ambos establecen” (Pablo Montoya)

En efecto, y enfatizando en la atracción del autor por la historia, la pintura, el arte, y la búsqueda de la belleza en general, este pequeño libro es una curiosa joya. Montoya como se describe anteriormente dota de palabras y poesía a las pinturas de Giotto, y al tiempo a la misma vida de Francisco de Asís, que de forma fragmentada y simbólica se va tejiendo y tomando forma en la misma imaginación de los lectores, que armarán su propia interpretación de cada cuadro, que va acompañado inicialmente con la descripción de Montoya, y al final con el nombre original del cuadro. 

Me pareció un ejercicio interesante y muy valioso, porque aunque Montoya se haya encargado de describir los trazos, colores y formas de 28 pinturas, dentro de sus breves textos sobresale su particular lucidez, su talento literario, su alma de poeta y su rigurosidad de investigador y amante de la historia. 



Reseña de Tríptico de la Infamia





Pablo Montoya